Leyenda o no, el inicio de esta sonata de Doménico Scarlatti no deja de ser curioso. Cuentan que Scarlatti tenía un gato llamado Pulcinella, quien en un paseo sobre el teclado hizo sonar un motivo musical que fue inmediatamente escrito por el compositor, y a partir del cual compuso esta sonata.
Os dejo una interpretación al clave por Colin Booth, ilustrada por un gráfico que facilita su escucha. ¡Que disfrutéis!
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